Diez para las dos...

Las tres agujas y el corazón...

Iba entrando en el hotel Continental del Sur,
me detengo en la entrada para tomar una foto en la fachada interna,
cuyo nombre era imponente,
tómo la foto y se me cáe el reloj que cargaba.

Un hermoso reloj de oro por dentro y por fuera, al caer se desmenuzó totalmente, las piezas se regaron por toda la entrada, me incliné para recoger aquellas dimunutas piezas, pero eran muchas y las personas que pasaban en cada instante las pisaban, era una verguenza estar ahí agachado recogiendo el tiempo destrozado.

Me levanto con algunas piezas en la mano, y lo demas lo aparto con el pie, amontonandolo en una orilla para que luego la señora de servicio limpiara todo...

Uno de los vigilante me observaba cada movimiento, pero no decia nada, se limitaba solo a observar, atento de lo que yo estaba haciendo. Me coloco en un pequeño pasillo entre la puerta y el ascensor, para comenzar a arreglar mi reloj.

Le coloqué primero la aguja de la hora, era la más pequeña de todas pero la más importante, sin ella estaría perdido en el tiempo; luego la aguja de los minutos, necesaria para el día a día, y por ultimo le coloque la aguja del segundero, para los más acelerados, y las tomas de decisiones...tres tiempos en uno, pero faltaba todavía una cosa; para que funcionara bien, tenían que estar alineados todos en un mismo tiempo, y colóco todas las agujas a las doce, le apreté el piñón, y lísto, comenzó a funcionar.

Sentí una gran emoción de que mi reloj aún funcionara,pero todavia faltaba una cosa, habia que colocarlo a la hora actual, observo al vigilante que hablaba con una señora, parecía su madre, y con respeto le pregunto:

 ¡Disculpe! - ¿Qué hora tiene?.
Diez para las dos- me dijo.
Muchas gracias... Le contesté emocionado.
Es muy bueno ese reloj- comentó extrañado de que volviese a funcionar despues de semejante caida.

Si, es muy bueno, es de oro. Le respondí.

Rapidamente me pregunta por el resto de las piezas que aún estaban en el suelo.

 ¿Y qué va hacer con las demas piezas?

Le respondi que no importaban, eran solo accesorios.

 ¡Pero son de oro! exclamó...

No importa, lo más importante es lo de adentro, y luego las agujas, las tres agujas, (cuerpo ,alma y espíritu) y lo que está por dentro, el corazón. "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de el, mana la vida"

Muchas veces las caídas nos destrozan el cuerpo, el alma y el espiritu. Quedamos regados por el suelo en la entrada de un hotel donde todo el que pasa te pisa.

 Pero debes tener la capacidad de recoger las tres agujas y alinearlas en un solo tiempo, y luego apretar el piñón. Entonces puedes volver a empezar.

 Aunque no tengas los accesorios, que muchas veces te limítan para tomar una buena foto del lugar donde estás.  No importa, la vida no te quita nada, solo te libera.

"Todas las cosas que ocurren a los que aman a Dios, éstas suceden y acontecen para bien... para los que son llamados de acuerdo a su proposito"...

Alinea tus agujas con Dios, y comienza de nuevo en su tiempo...Diez para las dos...

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