Caballos y caballeros...

"El brioso Caballo 
tres pasos dará, 
dos hacia adelante
 y uno al cruzar."

Existen momentos en la vida donde representamos una de las piezas del Ajedrez, como lo es el Caballo.

No es casualidad que su movimiento en forma de "L" mayúscula, represente la Libertad, Libertad que todos anhelamos cuando comenzamos a sentirnos inútiles...

El caballo es la única pieza que salta por encima de las demás,  cualquiera quisiera ser caballo para saltar por encima de los demás, pero esto tiene una particularidad importante, y es precisamente su primer salto que pasa por encima de su familia...

Si algo es difícil, es pasar por encima de nuestra familia, pasar por encima de nuestra gente... 

Pero para triunfar en la vida se te va a presentar este primer obstáculo. Tu familia. 
Los primeros adversarios son tu gente. Pero debes tener la capacidad de dar tu salto de caballo y pasar este primer obstáculo con rumbo hacia la libertad.

Ahora analicemos ese movimiento: dos hacia adelante y uno al cruzar. 

Precisamente quiere expresarnos que ningún camino terrenal es derecho. Cuando avanzamos dos, debemos avanzar otro hacia los lados, que significa "ensanchamiento". Entendida esta como la capacidad de expandirse hacia los lados, de ensanchar tu territorio, ampliar tu visión, tu familia, tus estudios...

Para lograr este movimiento importante en tu vida debes tener fuerza y coraje que caracterizan este animal o pieza ajedrecistica como lo es el caballo.

 Ademas has de tener un buen jinete que sea quien te guié por el buen camino, por este mundo cuadriculado o de cuadrítos, que sea tu padre, tu consejero, tu amigo, tu salvador. Ese es Dios. 

Recuerda a Borges: "Dios mueve al jugador y este la pieza."

Y Salomón nos dice que "El Caballo se alista para la batalla pero Dios es quién le da la victoria."

No seamos como el Caballo desbocado, sin rumbo, sin jinete, sin visión, sin futuro, sin Dios...