El Curioso...



En tiempo de lluvia, se recomendaba a las personas de ese pueblo que no saliesen de sus casas, por que supuestamente las lluvias traían enfermedades; y  el que se mojaba con algunas gotas, se hacia poseedor de una fuerte enfermedad, sin importar quién fuese, pero  el que la contraía, tendía a contagiar también al pueblo, y era desterrado de su propio pueblo por su propia familia, por eso los ancianos del pueblo mantenían a sus familias dentro de cada casa para evitar que se perdiera su legado familiar.

Un día salió temprano de su casa rumbo a San Felipe, iba muy alegre a comprar unos zapatos con 30 bolívares que le regalo su abuela Loida, logra caminar por la avenida la patria, compra sus zapatos y pasa por la plaza Teófilo Domínguez hasta llegar a la parada del mercado Municipal.

De regreso a  su casa, muy contento con sus zapatos nuevos, le dice al chofer del autobús que lo deje después del puente, que esa era su parada.

El chofer rápidamente responde a su solicitud. Se detiene.

Él  se va a bajar y nota que el suelo esta mojado, había llovido en su pueblo, y según la costumbre del pueblo todo el mundo debía estar dentro de sus casas por la famosa enfermedad contagiosa llamada”la llovizna”, mientras el pensaba en todo aquello, escucha una voz fuerte como su mismo tono. Que le dice:
Su parada señor…

Gracias… Contestó entrecortado,

Baja del autobús y se queda parado observando por donde puede caminar sin que se manches los zapatos nuevos, mientras observa cual es el camino a seguir, comienza a llover nuevamente.

 Logra correr sin importar sus zapatos y  llega a su casa que quedaba a 100 metros aproximadamente del puente

Todo mojado,  lleno de barro y se queda en el porche escurriéndose del agua de lluvia y pensando que la enfermedad ya lo había atrapado.´

Comienza a llamar para que le abran la puerta, pero nadie lo oye. Nadie lo escuchaba, nadie le abrió, Ya él sabía lo que tenia que hacer, decidió irse para no causar mas daño.

Logra llegar a la plaza del pueblo y comienza hablar con algunas personas que estaban alrededor; Comienza a dar un discurso de todo lo que le había pasado y  al cabo de un rato, pregunta  al público, ¿hay alguien aquí que no se haya mojado?,

Nadie dijo nada,

Y continuo con su discurso entretejido de matices y sentencias que  al cabo de un tiempo ya varios estaban de vuelta para sus casas, pero no fue la primera vez que los despidió, sino que estuvo en la plaza por algún tiempo, al cabo de dos meses se fue entristeciendo de una forma tal, que comenzó a deambular por la av. La patria, caminaba todo el día hablando consigo mismo, subía y bajaba. 

Después de un tiempo comenzó a tener 7 o 8  seguidores que le acompañaban en sus discursos y sus caminatas.

 Esto es curioso porque la gente  no quería seguirlo y mucho menos oírlo, los cuales todos se preguntaban,
¿Como logró convencer a 7 o 8 personas si el mismo no estaba convencido? Nadie sabe como.

Pero el empeoraba cada día,
Cargo un fuerte dolor cabeza,
Decía entrecortado, pero seguía, sabía que algo no andaba bien, pero seguía fiel a su rito.

 En una mañana se levantó muy temprano y comenzó a escribir,

 El decía que tal vez la escritura le relajara un poco, y hasta le hiciera olvidarse de la “cotidianidad” al menos por un rato.

Se sentó a escribir, duro un poco de tiempo pensando que escribiría,
Tomó la hoja de papel y lápiz y escribió tres palabras solamente,

Tres palabras que lo sorprendieron, ¿quién soy yo

Y leía, y la repetía como si algo nuevo había descubierto en ese momento,

Se levanto y no pudo  seguir escribiendo,

Caminaba como desesperado, caminaba de un lado al otro, como pensativo, y en cada momento se preguntaba, ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo?
Yo soy el que soy y no me parezco a nadie, dijo sentenciando nuevamente sin que la pregunta le atormentase.

 Luego  toma una taza de café, se sienta en una vieja silla que le había heredado de la abuela, y entre palabras repetía ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo?
 Ese día había abierto los ojos de un nuevo mundo, era la llave de su propia vida la que tenia en sus manos, se sentía tan alegre, que ese día se dispuso a responder esa pregunta.

Alguien dijo en una oportunidad, que la pregunta es más importante que la respuesta, y en cierta forma lo era, al menos para él, había comenzado a curarse de su dolor, de su tristeza, de su enfermedad, con solo ese descubrimiento en tres palabras, ¿Quién soy yo? , esta búsqueda lo cambió, lo transformó, ya no era el mismo, algo nuevo había nacido en el.

¿Acaso la curiosidad nos hace descubrir cosas nuevas?

 Creo que si…


Ya te preguntaste; ¿Quién eres?, si no los hecho, comienza ahora…

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