El Duende...
"No lo valla a despertar, porque si se despierta se pone bravo",
eso fue lo que le dijo una de las hermanas que pasaban por el lugar.
Y ella siguió lavando.
Ya ella lo había visto,
en un momento cuando fué a la cuerda a tender su ropa,
observó hacia el techo de la batea, y allí estaba.
Era un trono como de un rey, arriba del techo,
él no se veía, era minúsculo, cuando observó bién; vió que era un duende que estaba dormido,le dió temor despertarlo.
Estaba sentado en su pequeño trono arriba del techo.
Y ella siguió lavando,
cuando le comenta luego a su pastor lo sucedido,
él le dice: Es mejor que se despierte, y pase lo que va a pasar.
A los dos días vienen y despiertan al duende,
eran cuatro bravucones empístolados,
decían que lo sacarán porque querían matarlo,
él quería salir, pero ella se lo impidió.
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