El Motín enamorado...
El día que fuí a visitarlo se formó un motin en el lugar, nadie podías salir de aquel encierro, las balas llovían de todas partes, era una guerra campal. Yo había llegado temprano, y como la ciudad es grande comencé a buscarlo en medio de tanta opresión, caminaba y caminaba mirando sin mirar, porque alli las miradas se pagan, de repente escucho -que pasó mi profe- era uno de los alumnos que le había dado clase en la universidad hacia ya varios años y luego desapareció del recinto y vino a parar con el rescoldo. Luego vino otro alumno y otro, y comencé a sentirme en confianza en medio de tantos reprobados en la vida y que tenían que pasar ahora sus examenes en esta escuela del delito, para luego salir a ejercer su libertad. Los saludé con la confianza de siempre sin preguntarles porque estaban allí, estaban y punto. Recordar el pasado no ayuda de nada cuando se está donde mismo. Allí valía el momento, el ahora, no la cantidad de tiempo pasado ni por llegar, cada día cuenta una historia, allí nadie se come la luz, y cada palabra es una orden que debe cumplirse de inmediato, es por eso la tensión del recién llegado que no conoce las reglas y debe adaptarse rapidamente para no ser expulsado con pasaje de ida sin retorno. ¿Qué hace aquí?. Me preguntó uno de ellos sabiendo que ese no era mi lugar. Le dije que estaba por allí en cuestión de trabajo, cosa que entendió en el momento. Seguí caminando y observando porque en realidad andaba buscando a alguién específico, pero no podía decir nada, allí no hay amigos. Lo ví a lo lejos y me acerqué, estaba distraido y entusiasmado, la opresión no le afecta-dije- y lo observé sin hablarle por un rato, pero me acerqué mas para ver el entusiasmo de su mirada, y allí estaba ella, en medio de tantas escorias, era una adolescente, de pelo amarillo alborotado y piel blanca, cuando mucho tendría doce añitos, tenía una sonrisa de estusiasmo que irradiaba a su alrededor, y lo buscaba era a el, su inocencia se reflejaba en su andar, él solo era otro, encantado por su angel en medio del infierno, sonreia, hablaba, había un brillo en sus ojos que se reflejaban a leguas, estaba en otro mundo dentro de un mundo de violencia en medio de una sociedad corrompida por el pecado. ¡Está enamorado! dije para mis adentro. El amor tambien nace en terrenos boscosos, el amor hace que el tiempo pase muy rápido como tambien lo detiene, y permite que se vean manantiales en medio del desierto. Me acerqué y lo saludé, no se extrañó de mi presencia, estaba encantado por la ninfa sin ver el terrible peligro que representaba para él si llegase a tocarla, pero de momento era su salvación, era su encanto, su mundo giraba alrededor de ella, no habían otros ojos sino para ella. Estaba enamorado...Continuará...
Recordando a mi viejo...
Hoy, a un año y siete meses te recordamos con cariño.
Aunque siempre conversamos de como van las cosas,
y siempre atento de las situaciones del momento,
y del seguro eterno sentado en el banco confederado.
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