Despertando el espíritu...Parte II. Cuerpo, alma y espíritu.

Otra frase interesante que escribí fue esta: 

" Y es por eso que la interrelación entre el alma y el espíritu se desertan, mediante la acumulación de pensamientos afligidos en una determinada oportunidad que se te brindan"

Estamos formado de cuerpo, alma y espíritu, así como el agua de H2O la cual existe una relación o interconexión entre todas las partes que da como resultado lo que hoy llamamos hombre y mujer.

Por ejemplo: el cuerpo lo vemos, lo tocamos, es nuestro caparazón, nuestra casa, unas más arregladas que otras, cada una con sus diferencias, pero cumpliendo una misma función.

El alma no la vemos, pero la sentimos como el viento que no lo vemos, ella es el reflejo de nuestras emociones, sentimientos y voluntad; en cambio el espíritu que tampoco se ve, pero se refleja, es la fuerza que nos mantiene vivos, un espíritu alegre hermosea el rostro.

Ahora bien, ninguno de estos tres deben separarse, traerían consigo la muerte, que significa separación, toda separación es muerte. 

Si el espíritu se separa del cuerpo, el cuerpo muere...

Si el cuerpo se separa del alma, queda vegetal...

Si el alma se separa del espíritu, es aquí el gran problema del hombre. 

El cuerpo tiene vida porque tiene el espíritu y tiene consciencia porque tiene el alma; pero la conexión entre ambas no existe.

Es allí donde el ser humano se desvía de su camino, no tiene rumbo fijo, vive afanado a lo que el cuerpo le pida, anda desorientado, no entiende lo que hace, ni comprendes su propósito en la vida. 

"El hombre que esta en honra y no entiende, es semejante a las bestias que perecen" Salmos 49:20.

La interrelación entre el alma y el espíritu se desertan, mediante la acumulación de pensamientos afligidos.

Son todos esos pensamientos que no podemos hacerlos realidad y los llevamos al subconsciente, acumulando esa carga dentro de nosotros, sin poder tener acceso a ella, ya que el placer de intercomunicarnos con lo más profundo de nosotros  se ha perdido producto de toda esa carga acumulada y no sabemos el camino o motivo por la cual se reaccionan las necesidades más enfermizas de la unidad ciudadana... 

El hombre desconectado entre su alma y su espíritu, es semejante a las bestias que perecen...

¿Cómo debo conectarme con mi alma, mi cuerpo y mi espíritu?

Eso lo veremos en la próxima reflexión...






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