La ciudad de los zombies
Eran casi las doce del medio día, la gente caminaba de un lugar a otro, unos sentados en la orilla de la acera, otros con la mirada perdida entre la gente, habían madrugado para llegar temprano, el que madruga coge agua clara, dice el dicho, pero esto ya no se cumple, a mitad de la mañana salió el gerente del establecimiento y les dijo que no había nada, que posiblemente le llegaba un camión, dandoles esperanzas a la multitud que se paseaba calle arriba y calle abajo preguntando:¿qué hay poray? y la respuesta era la misma; nada de nada. El trasnocho ya se veía en el rostro de las gentes irritadas con un sistema y consigo mismo, la sed también hacía su trabajo en la deshidratación del cuerpo originado la somnolencia, la depresion y el hambre trabajando poco a poco en la mente de tantos que decidieron salir a buscar comida para sus hijos, ya casi en el borde de la locura surge de pronto un grito: un camión, viene un camión, despertando a la muchedumbre que esperaba desde la madrugada algún producto para su sustento. Vienen varios. Gritó otra esperanzada. Era una carabana de empresas polar que hacía su recorrido por las principales avenidas de la ciudad exhibiendo sus camiones vacíos. Una foto dice mas que mil palabras. La gente comenzó a desfallecerse por las calles, unos dicutían, otros peleaban, otros quedaron sentados en la acera pensando que hacer, otros chocaban sus autos por el desorden ocasionado, y otros observaban lo que sucedía para describir una realidad crítica crónica que se vivía en las calles de San felipe en el día de hoy.
Uno de los niños que observaba dijo: Papa; parece la ciudad de los ZOMBIES...
Uno de los niños que observaba dijo: Papa; parece la ciudad de los ZOMBIES...
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