Decadencia...
Cuando ya no hay nada,
y crees que ya es tu fin,
y entregas todo,
y te entregas al destino.
Es alli,
donde surgen las fuerzas de debilidad,
la esperanza contra esperanza,
la fortaleza en medio de la nada.
La decadencia es peremne en medio de una sociedad corrompida por el pecado.
Cuando se aproxima la justicia,
huyen los réprobos de ella,
su presencia los inunda,
alguien tiene que justificar los despidos,
siempre hay uno que se ofrece,
lo peor se aproxima,
el trabajo sucio, la decadencia.
El discurso de la decadencia, se dejó sonar en la sala, un poco de nostalgia habia en su mirada, la esperanza ya se había ido; y con ella las ganas de querer a la malquerida que a sus 17 años, se encontraba sin amor, y sin futuro, solo el recuerdo del amor de sus padres le mantenían en pie, ya toda una señorita, cortejada por los señores de entonces, quién sabe si volverá a ver a sus padres, en medio de una sociedad corrompida por el pecado.
De la abundancia del corazón habla la boca, bociferó en su discurso de todo lo que no se debe hacer refiriendose a otro en su mismo lugar. -Metamorfosis lo llamaría Canetti- Pero fueron pocos los que oyeron la voz de la decadencia. Alguién tiene que hacer el trabajo sucio, es hora de retirarme...
y crees que ya es tu fin,
y entregas todo,
y te entregas al destino.
Es alli,
donde surgen las fuerzas de debilidad,
la esperanza contra esperanza,
la fortaleza en medio de la nada.
La decadencia es peremne en medio de una sociedad corrompida por el pecado.
Cuando se aproxima la justicia,
huyen los réprobos de ella,
su presencia los inunda,
alguien tiene que justificar los despidos,
siempre hay uno que se ofrece,
lo peor se aproxima,
el trabajo sucio, la decadencia.
El discurso de la decadencia, se dejó sonar en la sala, un poco de nostalgia habia en su mirada, la esperanza ya se había ido; y con ella las ganas de querer a la malquerida que a sus 17 años, se encontraba sin amor, y sin futuro, solo el recuerdo del amor de sus padres le mantenían en pie, ya toda una señorita, cortejada por los señores de entonces, quién sabe si volverá a ver a sus padres, en medio de una sociedad corrompida por el pecado.
De la abundancia del corazón habla la boca, bociferó en su discurso de todo lo que no se debe hacer refiriendose a otro en su mismo lugar. -Metamorfosis lo llamaría Canetti- Pero fueron pocos los que oyeron la voz de la decadencia. Alguién tiene que hacer el trabajo sucio, es hora de retirarme...
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